"El destino de cualquier persona sólo lo sabe Dios, y bien cierto es que después de una infancia llena de momentos emotivos, con unos padres entregados para y por sus hijos, dos hembras y un varón, toca disfrutar de la profesión o al menos ese es su deseo de su hija mayor Laura.

El baile lo lleva en los genes y desde muy chiquitina, desde muy pequeña le gustaba taconear en los tablaos de feria y por ello quiso adentrarse en el mundo del flamenco como futura o presente profesión"

Publicado en Rota Información, edición del 8 al 14 de Febrero de 2008. Autor: Mondel.

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